lunes, 31 de octubre de 2016

LA RESPONSABILIDAD


Muchas veces, en una especie de amor ciego, intentamos evitar que otras personas pasen por experiencias dolorosas que son necesarias en su proceso evolutivo.

Y eso no es bueno ni para ellos ni para nosotros. Es más fruto siempre del apego que del amor.

No es bueno para ellos porque la vida es un aprender a crecer en positivo con aquello que esa vida nos trae, desde una sana aceptación y comprensión. Son sencillamente experiencias por las que necesitamos pasar.

Y no es bueno para nosotros porque cargamos sobre nuestras espaldas con una responsabilidad que no nos corresponde, una responsablidad que nos sobrecarga y que nos impide asumir aquella que realmente sí nos corresponde a nosotros, alimentando así la codependencia. Cada uno hemos de asumir nuestra responsabilidad y vivir las experiencias que nos corresponden. 

Podemos ayudar a facilitar el proceso, ayudar a comprender y aceptar la experiencia y acompañarles en ese proceso y en la adaptación que siempre supone, pero nunca negárselo o evitarlo, porque eso es también impedirles crecer.

domingo, 30 de octubre de 2016

ATENCIÓN CONSCIENTE


Un suceso o acontecimiento suele ser en muchos casos común y compartido, pero la vivencia, la forma de experimentarlo y el aprendizaje que obtenemos de ello, es siempre personal e intransferible.

Es importante tener esto presente y claro para poder ser comprensivo con las reacciones diversas que se puedan suscitar ante el suceso común que nos toque vivir, para no juzgar desde nuestra particular forma de vivirlo. 

En la forma de vivenciar algo es esencial el punto y momento evolutivo en el que nos encontramos, y es ahí, desde ese punto, desde donde podemos comprender el significado de lo que nos sucede, aquello que necesitamos aprender.

Si nuestro nivel evolutivo no nos permite prestar una atención consciente, el aprendizaje será mucho más limitado y se dirigirá principalmente a nuestro nivel inconsciente.

Por otro lado, esto que comento de suceso y vivencia, está relacionado con el hecho de que pasar por una experiencia similar a otra que hayamos vivido antes, y en función de la evolución que hayamos ido teniendo, va a suponer una forma bien distinta de vivirlo y de aprender, como cuando uno relee un libro después de un tiempo, el libro puede ser el mismo, pero tú ya no.

sábado, 29 de octubre de 2016

VIVIR PLENAMENTE


Merecemos ser felices y vivir una vida plena. Ni nos merecemos menos, ni hemos de conformarnos con menos.

Cuando permitimos que abusen de nosotros o que nos traten mal, es porque algo en nosotros nos dice que nos merecemos eso. Sólo pueden hacernos aquello que permitimos.

Si siento que mi vida es desgraciada, o que me tratan mal, he de preguntarme por qué, aún cuando sea inconscientemente, me considero merecedor de eso, y por qué me limito a conformarme si hacer nada al respecto.

Lo mejor que podemos hacer por los demás, es ser felices porque entonces, es esa felicidad lo que les aportamos y transmitimos, y podremos aportar lo mejor de nosotros mismos.

No hay que ser feliz a costa de los otros, pero no tiene sentido tampoco renunciar a nuestra felicidad o a la plenitud en nuestra vida, para satisfacer las expectativas que esos otros se hayan hecho sobre nosotros.

Nos solemos sentir indignos, como si para ser felices tuviéramos que robarla o mendigarla a los demás porque no tenemos un derecho propio a ello.

Merecemos ser felices y tener una vida plena, y sólo si vivimos con consciencia de ello y de nuestra propia dignidad, podrá llegar a mostrarse la belleza que llevamos en nuestro interior.

viernes, 28 de octubre de 2016

AUTOSACRIFICIO


El tema de la culpabilidad y el del sacrificio han estado unidos y presentes en nuestra manera de relacionarnos y han sido relacionados con el amor

Por un lado, muchas veces hemos estado dispuestos a sacrificarnos para evitar sentirnos culpables, como una especie de pago o redención.

No éramos conscientes de que, al hacer eso, lo único que conseguíamos era alimentar aún más nuestro sentimientos de culpa. Es un reconocer la deuda que ha de ser pagada como real. El intento de compensar es reforzar la idea de la deuda.

Es algo parecido al miedo, sobre todo cuando no es real, si le haces caso lo refuerzas y le das aún más crédito.

Y por otro lado, muchas veces pedimos a otros que se sacrifiquen y hagan lo que queremos, intentando que se sientan culpables, muchas veces con el pretexto de hacer nosotros también ese autosacrificio. En un absurdo juego de a ver quién es el que se sacrifica más y el más "bueno".

Se trata de dejar de jugar a ese juego de sufrimiento, de darnos cuenta de que obramos como podemos y de que no podemos ser castigados por ello. Y de saber que el amor no es autosacrificio, sino presencia y plenitud compartida de aquello que realmente soy.

jueves, 27 de octubre de 2016

CONFIANZA


Estamos en una curiosa disyuntiva, la que se produce entre la necesidad de confiar en los demás y la desconfianza nacida de haber desarrollado una actitud de intento de obtener forzadamente de los otros.

La vida es muy difícil sin poder confiar en los demás, porque somos seres sociales que necesitamos convivir en un ambiente de confianza general.

Pero por otro lado, nuestras relaciones se han basado, muchas veces, en el engaño y el autoengaño, en no amar desinteresadamente y de forma incondicional, sino en usar lo que llamábamos amor, y que no era sino aprobación condicional, para obtener del otro lo que queríamos, consciente o inconscientemente. 

Se trata ahora de superar eso para poder ir a una confianza más elevada. Ir aprendiendo a no tomar del otro sino lo que él, desde su libertad de Ser, decida darnos, y la de dar nosotros desde esa misma libertad, como parte de nuestro proceso de autorrealización.

Procurar relacionarnos, con nosotros mismos y con los demás, de la forma más despierta y honesta que podamos, conscientes ya del daño que las anteriores relaciones interesadas nos han estado produciendo.

miércoles, 26 de octubre de 2016

SITUACIONES DIFÍCILES


En nuestras vidas nos toca pasar por situaciones realmente difíciles y dolorosas, y eso, en muchas ocasiones, no está en nuestra mano evitarlo.

Y de esas situaciones podemos extraer siempre un aprendizaje vital para nuestro camino, lecciones que nos ayudan a evolucionar.

Pero no es algo que suceda de forma automática. Es raro que no aprendamos absolutamente nada de una experiencia traumática, pero por desgracia, también es muy raro que de esa situación extraigamos todo el aprendizaje que hay en ella, ni siquiera es frecuente que extraigamos una cantidad importante de aprendizaje. 

En muchas ocasiones minimizamos todo lo que podemos el trauma, como para intentar pasar de puntillas sobre él, o en otras ocasiones, una vez pasado un tiempo, volvemos a nuestra dinámica anterior al trauma, como si no hubiese pasado nada.

No permitimos, así, que la experiencia nos transforme y nos ilumine en nuestra vida. Y así, sólo queda como una experiencia traumática y negativa, cuya negatividad, en muchos casos, se enquista y queda como residuo permanente. Nos hemos negado a coger el regalo que escondía. 

Es muy importante permitirnos vivir la experiencia que sea por la que tengamos que pasar, y hacerlo desde una actitud siempre abierta a todo el aprendizaje que nos pueda venir de ella.

martes, 25 de octubre de 2016

EL RESPETO


Poco a poco vamos aprendiendo, aunque sea de una forma bastante forzada y a trompicones, lo inevitable del respeto.

Venimos de una mentalidad de dominación y sumisión que usaba la manipulación continua para obtener del otro aquello que uno quería.

Eso implicaba, entre otras cosas, el cultivo intencionado de la baja autoestima, normalmente mediante la humillación continuada, a fin de que el otro accediera más fácilmente a nuestras pretensiones.

Pero eso parece que poco a poco se está acabando, que empieza a ser ya un simple resto del pasado.

Y eso lo podemos constatar cada uno de nosotros, cada vez nos cuesta más manipular a los demás para que hagan lo que queremos. Nos damos cuenta de que ya no podemos obligar a nuestros hijos, alumnos, electores o a quién sea que queramos obligar, para que hagan lo que queremos.

Y nos hacemos conscientes de que tampoco nosotros estamos dispuestos ya a dejarnos manipular por los otros. Estamos más despiertos y desengañados y ya no permitimos que otros vayan decidiendo por nosotros.

En estas circunstancias no nos queda otra opción que actuar respetando la voluntad del otro, hacer lo que podamos pero respetando siempre lo que el otro quiera hacer.

Puede que inicialmente esto nos parezca caótico y agotador, pero a la vez es, sin duda alguna, el inevitable principio de un tiempo realmente nuevo.

lunes, 24 de octubre de 2016

SER CONSCIENTES


Vivimos en un mundo construido en la desconfianza, en la idea de intentar obtener de los otros y evitar que ellos obtengan de nosotros, un mundo dominado por la absurda idea de la competitividad. 

En ese mundo, y en función de si nuestra personalidad tiende a ser dominante o sumisa, solemos manifestar esa desconfianza en forma de una timidez que busca la aprobación del otro, o en forma de una agresividad tras la que uno esconde su miedo al otro.

Ambas son actitudes que nos impide Ser en nuestra integridad y desarrollar nuestro potencial, y que también impiden que nuestras relaciones se desarrollen de una forma sana y sean, en la mayoría de las ocasiones, relaciones dolorosas.

Pero es, en estas circunstancias, en las que tenemos que volver a la confianza.

Y eso podemos hacerlo mediante nuestra capacidad de ser conscientes de nuestro valor esencial real, y desde la convicción de que todo aquello que está en nuestra vida, está porque puede estar y porque podemos vivirlo, que en nosotros están siempre las herramientas suficientes para poder abordarlo.

domingo, 23 de octubre de 2016

DINÁMICAS DIARIAS


Muchas veces hay dinámicas inconscientes heredadas que nos tienen atrapados en formas de vida desequilibradas.

Dinámicas que nos han sido transmitidas, la mayoría de las veces, por nuestra familia, como usos y costumbres inviolables, leyes invisibles que debían ser a acatadas bajo amenaza de exclusión. 

Y muchas de esas formas han sido sostenidas y reforzadas por modelos culturales y por rígidos patrones sociales.

Después esas leyes invisibles quedan interiorizadas en nuestro inconsciente en lo que Freud denominó super yo. Y es desde ahí, desde nuestro interior, desde dónde más nos afectan, desde dónde más influyen y condicionan nuestra vida.

Pero es, precisamente por estar ahí en nuestro interior, dónde sí que podemos actuar sobre ello, dónde podemos trabajar en la liberación de nuestras ataduras, como héroes de nuestra propia historia.

Y al liberarnos a nosotros, mismos vamos deshaciendo, poco a poco, esas rígidas estructuras comunes, tanto familiares como sociales, y vamos desechando y dejando inservibles esas dinámicas que ya se nos mostraban como caducas, inútiles y asfixiantes.

sábado, 22 de octubre de 2016

NUESTRA ENERGÍA


De alguna forma, muchas veces parece más cómodo dejarnos llevar por estados de ánimo negativos, como si salir de ellos nos supusiera un esfuerzo excesivo.

Es como un dejarse caer en la entropía, en la dejadez del desánimo. Y eso es algo que funciona como unas arenas movedizas que pueden acabar por engullirte. 

También es cierto que hay personas que necesitan tocar fondo para poder coger impulso y volver a salir a la superficie, y para esas personas quizá pueda serles de alguna utilidad ese dejarse caer.

Pero es importante aprender a reconocer la forma en que se manifiestan nuestros estados de desánimo para que cuando los veamos venir desactivemos esa decadente tendencia con nuestra intención consciente.

Porque no es verdad que esa actitud de desánimo sea lo más cómoda, no es la baja energía la que nos lleva al desánimo sino más bien el desánimo el que nos lleva a tener un bajo nivel de energía.

Y subir nuestro nivel de energía, el no permitirnos decaer, nos ayuda a salir precisamente de ese desánimo impotente, a volver de un modo consciente a nuestro presente y a lo que en él podemos llevar a cabo.

viernes, 21 de octubre de 2016

LA CONFIANZA


La confianza revela nuestra seguridad interior, al igual que la desconfianza nos refleja como nos sentimos débiles o vulnerables.

Ambas nos hablan de la relación que tenemos con el exterior. Una, la confianza, es abierta y dispuesta a tomar de la vida lo que nos trae y vemos como adecuado para nosotros, y otra, la desconfianza, que nos cierra y nos encapsula desde el miedo al daño que podamos sufrir con aquello que nos venga.

Y esto es muy fácil de detectar en las relaciones. Las personas desconfiadas se resisten a abrirse por miedo a que les hagan daño y eso refleja la inseguridad interior en la que viven.

Hay también quien confunde confianza e ingenuidad. El que confía de verdad, no suele ser ingenuo, y por tanto no suele ver "traicionada" su confianza.

Lo que refleja esa confianza es que es consciente de que el daño que le puede llegar desde fuera es siempre muy relativo cuando uno se siente firme por dentro.

Y, por otro lado, es también consciente de que una actitud abierta es mucho mejor y más sana que una actitud cerrada, que ésta te puede evitar algunos peligros, pero que también evita el que pueda llegar a tu vida lo realmente bueno.