Hay quienes no tienen mucha idea de qué es y de cómo va esto de la vida, y a partir de ese desconocimiento, generan expectativas irreales que les producen frustración.
En lugar de profundizar en la comprensión de la vida, se sienten enfadados con la vida porque no es lo que ellos esperaban.
En su ignorancia no se dan cuenta de que esas expectativas nacieron de las carencias y distorsiones que vivieron en su infancia.
Y cuando estamos en conflicto con lo que la vida es, solemos también estarlo con lo que los demás son y con lo que somos nosotros mismos.
Si la vida no es lo que esperabas, pregúntate de donde vinieron tus falsas expectativas.
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