Todos tenemos nuestros defectos y comeremos errores. Y cualquier persona que podamos conocer tiene por ello defectos y virtudes.
No creo en la existencia de errores imperdonables, sino que hay algunos que somos incapaces de perdonar. Somos nosotros quienes decidimos siempre la gravedad del error.
Aquello que nos parecen errores imperdonables, aquellos que nos molestan especialmente, son los errores que no nos permitimos, ni siquiera son aquellos que no cometemos .
Los errores no requieren nunca de castigo para redimirnos, simplemente son equivocaciones que necesitan ser corregidas
Y nadie puede obligar a nadie a corregir sus errores, sólo podemos corregir los nuestros. Por eso es tan importante ser capaces de verlos sin más y de asumirlos para corregirlos sin ningún tipo de inútil culpa.
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