La vida tiene mucho de imprevisible y no siempre es posible o recomendable apostar sobre seguro.
Hay muchas decisiones que hemos de tomar desde la pura confianza interior, una confianza que muchas veces está ligada a nuestra más profunda intuición.
Hay casos donde la cabeza parece querer llevarnos a lo seguro y lo cómodo, a lo conocido, pero interiormente sentimos la corazonada de ir por otro camino más ignoto.
En esos casos, uno no puede sino confiar, tener fe en aquello que intuye, aún cuando nos cueste ver con claridad hacia dónde nos puede llevar ese camino.
Y cuando uno aprende a confiar y va descubriendo que sus intuiciones son acertadas, cada vez se fía más de sus corazonadas y hace de su vida un viaje mucho más creativo y aventurero.
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