Muchas veces estamos convencidos de que no podemos o no podríamos lidiar con algo, con alguna situación, que creemos que es superior a nosotros, pero no es más que eso, una convicción.
Una convicción que refleja la falta de confianza que tenemos en nosotros mismos y en nuestras posibilidades.
Y, desde esa falta absoluta de confianza, no nos atrevemos a dar determinados pasos, a hacer cosas que nos convendría a hacer. Y eso refuerza la creencia de que somos débiles.
Muchas veces, cuando no nos queda más remedio que hacer frente a las situaciones, nos damos cuenta de que teníamos más recursos y facultades de las que pensábamos.
Y por eso es por lo que, de muchas situaciones difíciles ,salimos con un mayor nivel de confianza en nosotros mismos.
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