El ser humano ha necesitado o creído necesitar el sufrimiento para evolucionar.
Así, el sufrimiento no es otra cosa que nuestra resistencia interna a aceptar algo que es, a asumir la realidad. A mayor resistencia, mayor sufrimiento.
Y por eso es una especie de aviso de cuándo nos encontramos fuera de la realidad, una forma de ayudarnos a fluir con ella y a no ir contra corriente.
Pero hemos de llegar a trascender esa forma de aprendizaje. Poco a poco, hemos de ir entrando en un aprendizaje que se base en el gozo del encuentro con la realidad que somos.
El sufrimiento y el miedo a éste han de ir quedando atrás para que lo que ahora nos mueva sea el gozo del amor en nuestra vida, la integración plena en la Unidad que Somos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario