lunes, 14 de noviembre de 2016

NUESTRO PUNTO DE EVOLUCIÓN PERSONAL


Cada uno de nosotros nos encontramos en un punto de evolución determinado, y eso se refleja en cómo pensamos, sentimos o actuamos.

Cuando alguien nos dice lo que hemos de hacer, o simplemente nos da un consejo, hemos de entender que lo hace desde su punto de evolución personal, no desde el nuestro; y ni siquiera tiene por qué estar en un estado más evolucionado o despierto que el nuestro. 

Es por eso que, si nos limitamos a seguirle incondicionalmente, entramos en incoherencia con nosotros mismos, con lo que realmente sentimos o pensamos.

Esto es muy habitual por desgracia, porque además muchas personas ni siquiera se han parado a ver qué es lo que piensan o sienten, de qué manera actúan o se comportan, son muy ignorantes de sí mismos.

Pero por otro lado, si nos cerramos a lo que nos viene de fuera, es posible que nos perdamos elementos que necesitamos tomar en nuestro proceso, ya que es, en la relación entre lo interior y lo exterior, dónde nos enriquecemos.
De lo que se trata es de procesar y de reflexionar por nosotros mismos aquello que nos viene de fuera, para que, desde nuestro propio punto evolutivo, podamos ver qué nos encaja y qué no, qué nos conviene y qué no, y podamos así integrarlo conscientemente en nuestra vida haciéndolo nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario