miércoles, 30 de noviembre de 2016

EVOLUCIÓN Y SANACIÓN


Los procesos de evolución y sanación pueden ser bastante duros. Muchas veces se trata de mirar frente a frente problemas que antes habíamos preferido guardar en nuestro inconsciente.

Cuando los guardamos ahí fue porque no estábamos, o no nos sentíamos preparados para abordarlos, porque pensábamos que era algo no asumible para nosotros.

Cuando decidimos sacar el coraje para sanar, suele ser porque ya nos sentimos con fuerzas para abordarlo o porque tomamos consciencia de cómo el problema nos está condicionando la vida desde el inconsciente.

Porque los problemas no se resuelven si no tomamos la firme determinación de resolverlos. Y es preferible la sanación que una vida a medio gas y en una agonía inconsciente.

Aquello que está desequilibrado, más tarde o más temprano tiene que ser reequilibrado. Podemos posponer la sanación pero nunca evitarla.

La evasión permanente no es una opción real ya que ni la muerte misma resuelve lo que no ha sido sanado en nuestro inconsciente. Y el tiempo, si no hay una voluntad firme de solucionar, tampoco puede curar nada por sí mismo.

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