Es importante gestionar bien esos momentos que denominamos de negatividad.
Para ello es esencial no identificarnos con esa negatividad, verla en nosotros siendo consciente de su presencia, pero viéndola como desde fuera. La reacción inconsciente no permite esa gestión y respuesta necesaria.
Saber que cuando estamos en un momento de negatividad, nuestro bajo estado emocional va a hacer que los pensamientos que produzcamos sean de más baja calidad y que, por tanto, lo mejor sea no darles mucho crédito. Pensamos más claramente cuando estamos más equilibrados.
Y es importante tener cuidado de no verter esa negatividad sobre otras personas, porque ni ellos se merecen eso de nosotros, ni nosotros nos merecemos dar eso a los demás.
Y aunque lo veamos como un alivio porque "soltamos" la negatividad, en realidad no lo es porque no sanamos nunca el problema. Es un mero alivio puntual que suele dificultar nuestras relaciones.
Siempre hay técnicas hermosas, como por ejemplo el ho'oponopono, que nos sirven para transmutar la energía que tengamos de baja vibración a otra de mayor, y hacerlo, además, desde una sana posición de amor.
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