domingo, 25 de diciembre de 2016

RENACER


Navidad viene de natividad, de nacimiento. Que hoy nazcamos a nuestra grandeza, que le demos luz a lo que realmente Somos.

Hemos vivido demasiado centrados en lo pequeño, con unos problemas de autoestima enormes por sentirnos indignos y no merecedores de felicidad.

Permanentemente centrados en ver los defectos de los demás, y jugando a hacernos daño en un juego en el que perdíamos todos.

Ser humildes es reconocer nuestras limitaciones y no es negar nuestra grandeza, eso no es humildad sino necedad o estupidez.

Pensar que renunciar a lo que hay de mejor en nosotros sirve a alguien es absurdo. Cuando desplegamos nuestro potencial es cuando más podemos dar a los demás.

Y cuando somos tan generosos como para ver la grandeza en el otro, y ver en ella el espejo de la nuestra, y cuando desde ahí nos ponemos a colaborar, no sumamos sino que multiplicamos todo nuestro potencial.

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