miércoles, 28 de diciembre de 2016

TODOS SOMOS INCREIBLES


Todos somos inocentes. No creo en la culpabilidad sino en la ignorancia. Aquel que daña a otros es ignorante del daño que se hace a sí mismo. 

No es lo mismo saberse o sentirse inocente que justificar lo que uno hace. Cuando justificamos lo que hacemos con argumentos, normalmente es porque, en el fondo,nos sentimos culpables.

Cuando nos vivimos desde la inocencia sabemos que podemos hacer las cosas de la manera que consideremos más adecuada, que hemos de responsabilizarnos de ello y que no tenemos por qué dar explicaciones. Nos sentimos libres de imposiciones externas.

Podemos equivocarnos, pero eso no nos convierte en culpables, simplemente eso forma parte de la condición humana.

Si equivocarse, por gorda que sea la equivocación, equivale a ser culpable, todos somos culpables porque todos nos equivocamos.

Es preferible ver que todos somos inocentes, pero que cometemos errores, errores que no necesitan castigo sino corrección.

Así como ves a los otros, te ves también a ti mismo.

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