Todo apego nace de la idea de que algo o alguien, externo a nosotros, es necesario en nuestra vida.
A partir de ahí nos viene la ansiedad de no llegar a conseguirlo, el miedo a no obtenerlo, a que no se cumplan mis expectativas, y a que mi vida no pueda ser plena por ello.
O el miedo permanente a perder lo que ya está en mi vida, el miedo a que ocurra un accidente o pase algo que me arrebate eso que considero tan necesario en mi vida.
La idea de necesidad, no se basa en algo real y no hace que nuestra relación con eso que necesitamos o, sobre todo, con esa persona que creemos necesitar, mejore, todo lo contrario, intentamos controlarle y que sirva a nuestra necesidad y a nuestros intereses.
Y aunque nos cueste creerlo, eso no es amor sino miedo nacido de la falta de confianza en nosotros mismos. Amamos cuando no necesitamos y cuando podemos gozar de algo o alguien desde la confianza, el respeto y la libertad.
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