lunes, 16 de septiembre de 2019

ACTITUD ANTE LOS CAMBIOS.



Una de las señales o síntomas de cómo nos fue en nuestro pasado está en nuestra actitud ante los cambios que se producen en nuestra vida.

Cuando los cambios nos dan miedo, probablemente es por una falta de confianza en nosotros mismos que nos viene de ese pasado. Esa falta de confianza hace que veamos el cambio como un reto demasiado difícil de asumir.

Por otro lado, eso también revela una tendencia aferrarnos a la zona de confort, de lo conocido, porque la desconfianza se extiende también a la vida, a la vemos como territorio hostil.

En otras personas su actitud ante el cambio es la contraria. Son incapaces de dejar de cambiar y de profundizar en algo de una forma estable. Es como que la vida les aburre y necesitan constantemente nuevos estímulos que les motiven y les mantengan distraídos.

Y por supuesto, también están aquellos que saben fluir con naturalidad con la vida y con los cambios que ésta trae. Aquellos que no tienen miedo al cambio ni, tampoco, una necesidad compulsiva del mismo. Simplemente fluyen y cambian cuando es preciso hacerlo

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