lunes, 9 de septiembre de 2019

CONTROLAR LO INCONTROLABLE.



Cuando intentamos controlar la vida, ésta se nos escapa, nos perdemos los matices cegados con las anteojeras de nuestros ciegos deseos.

Vivimos presos del miedo de que las cosas no sean cómo queremos o de perder lo que creemos haber conseguido.

Vivimos con el miedo a los imprevistos, a los accidentes. Con miedo a que la vida nos recuerde que todo control es un mero espejismo.

En lugar de eso podemos fluir con lo que la vida es y la vida trae. Y cuando conectamos con nuestra brújula interior, vamos disfrutando del viaje desde la comprensión de eso que es y de eso que sucede.

Cuando queremos controlarla, la vida nos pega sustos, cuando nos entregamos a ella con confianza, nos regala sorpresas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario