Los hindúes consideran que hay una verdad pero innumerables caminos para llegar a ella. Habrá caminos más directos y otros con más rodeo pero todos van al único destino posible. Aquí decimos que todos los caminos llevan a Roma.
Cada uno de nosotros sigue el camino que más siente, el que considera más adecuado. Incluso aquellos que deciden no evolucionar están siguiendo un camino evolutivo.
Es importante respetar los caminos ajenos. A veces, en nuestra inmadurez, necesitamos desacreditar otros caminos para valorar más el nuestro, lo cual no deja de ser un reflejo de nuestra falta de confianza en nosotros mismos.
A medida que vamos ganando confianza uno deja de estar tan pendiente de los caminos ajenos y profundiza más en el suyo sin necesidad de confrontar o competir, respetando la labor ajena y los caminos de cada cual.
Los caminos irán confluyendo en el océano común a su debido tiempo. Céntrate en ti y en tu camino, en paz y en confianza contigo mismo.
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