A veces hay que arriesgarse a recorrer caminos desconocidos, a descubrir nuevas rutas por las que transitar.
Esto es aún más necesario cuando las viejas rutas ya se manifiestan inútiles o insuficientes, cuando los problemas que hay sobre la mesa son tan grandes que requieren soluciones que también lo sean.
Para muchos, será irresponsable salirse de lo conocido y comprobado, un acto de pura inconsciencia sin sentido. Puede que muchos lo vean como salidas del campo de lo lógico o de lo razonable.
Pero no me siento irresponsable, porque asumo cada paso que doy, cada riesgo que corro, como decisión libre y mía.
Y hasta tengo que dar la razón a quienes me tachan de inconsciente, pero siempre teniendo claro que el inconsciente no es sólo un pozo de situaciones no resueltas o de programas limitantes, sino que es, a la vez, el pozo de nuestra sabiduría oculta e interior.
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