Sanamos capa tras capa, con constancia, y sabiendo que ahora es el mejor momento para hacerlo.
Estamos liberando traumas y sufrimiento que estaba atrapado desde nuestro pasado en nuestro cuerpo y en nuestra mente inconsciente.
Ya no podíamos cargar más y estamos llevando a cabo la liberación de esas emociones, su salida al consciente.
Por eso hemos de permitir que esas emociones negativas atrapadas afloren a la superficie. Darnos cuenta de que, muchas veces, nuestros estados negativos no vienen tanto de lo que nos está sucediendo ahora, como de lo que nos sucedió en el pasado y que ahora se libera.
Teniendo siempre cuidado de tomar distancia de esas emociones y de no alimentar esos estados emocionales con pensamientos negativos o derrotistas.
Porque es esencial mantener siempre una sana confianza y una actitud positiva de aprendizaje ante todo lo que emerge y durante todo nuestro proceso liberador.
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