Tus reacciones ante el mundo, ante los demás o ante lo que sucede, no habla sino de ti mismo, de tus programas, de tus mapas y esquemas mentales.
Por eso es esencial mirarnos hacia dentro y tener la capacidad para detectar lo que suscita dentro de nosotros aquello que estamos viviendo.
Es nuestro inconsciente el que favorece que pasemos por esas circunstancias, y lo hace para poder aprender de las situaciones.
Si en lugar de eso, con nuestro consciente lo que pretendemos es evitar vivirlo, o deseamos que sea de otra forma, impedimos que se produzca ese aprendizaje.
Es en ese sentido, que todo es perfecto tal y como es y que lo que hemos de hacer es abrirnos a lo que nos viene cuando nos viene, sabedores de que todo puede ser para nuestro bien si estamos dispuestos a ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario