Somos libres tan sólo para decidir si nos liberamos de nuestras cadenas.
Consideramos que somos libres para decidir sin darnos cuenta de los muchos condicionantes que operan en nosotros desde el inconsciente y que son desde donde tomamos la mayoría de nuestras decisiones.
Programas, traumas no integrados, educación, moralidad restrictiva, creencias familiares y colectivas, carencias afectivas, etc., forman y definen un inconsciente que muchas veces vivimos como una zona de confort de la que nos resistimos a salir.
Para ser libres hemos de ir siendo conscientes de todo eso e ir soltando todo aquello que nos impide desplegar nuestro potencial y ser lo que realmente Somos.
Y esa es, en definitiva, la decisión más importante que podemos asumir desde nuestro libre albedrío, la de decidir conocernos a nosotros mismos y trascender todo aquello que nos está limitando.
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