Los seres humanos tenemos la capacidad de materializar nuestras ideas, sueños o proyectos, pero hemos de entender que eso también supone una gran responsabilidad.
El mundo que conocemos es el resultado de esa labor materializadora para bien y para mal, con sus logros y con algunas consecuencias bastante catastróficas.
Y es que la clave está en desde dónde construimos nuestros proyectos, o cuáles son las ideas que estamos materializando en nuestra vida.
¿Actuamos desde un egoísmo inconsciente al que no le importa las consecuencias de la materialización de nuestros deseos, o lo hacemos desde una perspectiva mas madura y evolucionada que está más en armonía con todo?
Sin duda esta es otra de las razones por las que es tan importante madurar y evolucionar, porque nuestras materializaciones y sus consecuencias también reflejan con claridad el punto del proceso en que nos encontramos.
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