Definirnos es una cosa y conocernos es otra.
Definirse es delimitar el terreno de lo que consideramos nuestra personalidad: "me gusta tal cosa", "no soporto esto o lo otro", "soy catolico o de izquierdas"..., acotamos el terreno.
Conocernos es ir más allá de eso y ser capaces de trascender esos límites. Y eso lo conseguimos no quedándonos en la superficie y profundizando en nosotros mismos: "¿por qué no soporto o rechazo tal cosa" "¿qué es lo que hace que busque tal otra, o que sea de izquierdas o católico?
Es ver nuestros condicionamientos, familiares, vitales, culturales, etc., nuestras programaciones, y estar dispuestos a trascenderlas.
El definirte te confina, te limita, mientras que el conocerte es lo que te permite expandirte, ampliar tus horizontes y lo que te ayuda a ver qué es lo que te une a los demás, en lugar de qué es lo que te separa y diferencia de ellos.
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