¿Venimos a la vida a tener una vida cómoda y sin problemas o a aprender a resolver los problemas con los que nos encontramos?
Para muchos, la respuesta es la primera opción, y buscan construirse un refugio sin problemas, confiando en su capacidad de construirse una vida cómoda. Y la educación que recibimos se enfoca hacia tener un futuro con los menos problemas posibles, lo más adaptado al modelo social posible.
Pero eso sólo es posible de creer hasta que algún acontecimiento inesperado y no deseado viene a romperte esa burbuja de fantasía, y el schok consiguiente nos descoloca por completo.
No nos enseñan a ser individuos autónomos, con capacidad para resolver aquellos problemas que aparezcen en nuestra vida y para gestionar emocionalmente, de una forma adecuada, la aceptación de todo lo que sucede.
Es por eso que lo mejor es hacer eso por nosotros mismos, sin ningún miedo, sabiendo que todos los problemas que nos aparecen en nuestro camino nos traen también siempre un valioso regalo en forma de aprendizaje si sabemos verlo, y sabiendo que es para eso para lo que vinimos a la vida.
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