No comparto un cierto idealismo voluntarioso que contempla la vida desde una actitud plenamente positivista y que se niega a mirar cualquier sombra so pretexto de no alimentarla más.
En mi caso, siempre he sentido la importancia de ver también la sombra, y al ser humano tal cual es, con sus contradicciones y con sus errores. No como medio para juzgarlo o juzgarme, sino para discernir, comprender y trascender, como medio de integrar esa sombra en la luz que somos.
Siempre desde una actitud de mejora y evolución y viendo esos aspectos negativos como un simple efecto de la ignorancia que nuestra toma de consciencia puede llegar a solucionar.
Para mí, el amor no es ciego sino lúcido, es capaz de ver la careta y más allá de la careta, de ver también la sombra que se oculta tras ella y de ver más allá de esa sombra. Y es en ese ver, más allá de las capas, dónde puede llegar a constatarse nuestra esencia pura y común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario