Hay una película de David Cronenberg que lleva por título "Una historia de violencia", y si hubiera que resumir la historia de la humanidad podríamos ponerle también ese mismo título.
Arrastramos la creencia de que es la violencia la que mueve el mundo y cambia las cosas. Todos los imperios se han sostenido siempre en un culto permanente a la violencia de la guerra, y ,desde hace siglos, el país dominante es siempre el país con un mejor ejercito.
Y existe también esa idea de la violencia como medio de cambiar las cosas en todos los fundamentalismos que se dan y que ven, en la aniquilación del otro, la mejor forma de defender lo que uno cree como verdadero.
Pero ya estamos en el momento en que todo eso empieza a revelarse como absurdo, en que no resulta comprensible ya la aniquilación del otro para conseguir lo que yo quiero, y en el que vemos que esa confrontación nos mantiene atrapados en un conflicto interno irresoluble.
Vemos que lo que hacemos, nos lo hacemos, y que la única forma de llegar a sentir un auténtico respeto por nosotros mismos, es llegar a sentirlo también por todos los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario