domingo, 23 de julio de 2017

RELACIONES Y ESPIRITUALIDAD



Las relaciones personales afectan a todas nuestras dimensiones y muy especialmente a nuestra dimensión espiritual.

Cuando negamos esa dimensión espiritual, la forma de entender las relaciones y el nivel de comunicación de la relación se ven fuertemente afectados. Esa dimensión espiritual da una profundidad a la relación que sin ella no es posible.

Por otro lado, esa dimensión espiritual es la que nos permite ir profundizando en lo que somos puesto que se haya entrelazada con todas nuestras dimensiones: la física, la emocional o la psicológica.

Es por eso que para una persona que viva su dimensión espiritual y para la que en la vida el ir creciendo y evolucionando sea algo esencial, las relaciones con personas que nieguen esa dimensión les puedan saber a poco, o que les cueste más desarrollar en ellas un grado de profundidad suficiente.

No desde ningún tipo de fundamentalismo o imposición, sino, simplemente, desde el hecho de reconocer en las relaciones su valioso papel central en nuestro proceso personal de evolución.

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