En cada uno de nosotros existe por un lado las ganas de avanzar e ir más allá de lo que conocemos, y por otro las tendencia a no salirnos de lo conocido, de nuestra zona de confort. En unos puede más el cambio y en otros el quedarse en lo conocido.
Y esa dicotomía interior se ve también reflejada en el exterior, en el miedo al cambio de algunas personas y en el trabajo por el cambio activo en otras.
Y realmente nos afecta lo que piense nuestro entorno, pero hemos de tener claro que nosotros y nuestra forma de pensar y actuar, también afectan, y mucho a todo nuestro entorno.
Porque somos agentes activos de cambio y ese cambio se hace siendo consciente de que vamos a encontrar resistencias, internas y también externas, y que la batalla principal siempre está en las internas.
Es el momento de cambio y ahora el viento sopla a favor de nuestras velas, y aquellos que lo sentimos, sólo hemos de saber mantener bien firme nuestro rumbo en la travesía.
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