Evolucionar, muchas veces, supone estar dispuesto a dar pasos difíciles para mantenernos en la coherencia.
A medida que vamos sacando cosas de nuestro inconsciente vamos teniendo una visión más clara de la realidad, y esa visión es la que nos lleva a la necesidad de actuar conforme a lo que ya hemos descubierto.
El ver sin actuar agudiza mucho nuestro estado de incoherencia y dificulta mucho el poder sentirnos bien con nosotros mismos. Nos hace entrar en una profunda crisis personal.
Y ése es uno de los retos de muestro proceso evolutivo: tener primero el coraje de mirar los problemas que nos impiden crecer y luego el coraje de actuar para resolverlo.
Yo estoy plenamente convencido de que en nosotros existe el poder para afrontar ambas cosas, para mirar y para actuar, y que de lo que se trata es, fundamentalmente, de aprender a confiar más en nosotros mismos.
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