Uno ha de investigar la vida y no creerse, sin más, lo que le cuentan. Porque toda vida, por sencilla que sea, resulta apasionante si se profundiza en ella.
Muchas veces escuchamos o leemos cosas que nos resuenan mucho y que nos enriquecen realmente, pero no pueden nunca sustituir a la propia mirada de uno.
Para muchos, aún sigue siendo más importante lo que dice tal o cual maestro que lo que piensa él. No son conscientes de que ellos tienen que ser su mejor maestro.
Sólo entonces podemos experimentar la vida de primera mano y sólo así podemos atrevernos a mirar desde una perspectiva diferente y nueva que nos ayude a reflexiones más vivas y creativas.
Pregúntate por todo lo que pasa en tu vida, por todo lo que ves en ella. Y que tus respuestas sean una nueva luz para todos.
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