El amor nunca nos provoca sufrimiento, puesto que el amor es gozo, es el gozo de compartir la presencia. Es siempre, pues, el apego el que nos provoca sufrimiento.
El amor es sentirte unido al otro, mientras que el apego es aferrarte a él porque no sientes eso que os une como lo más importante. El apego es más artificial y forzado, mientras que el amor es más natural.
Cuando hablamos de que cuando queremos a alguien es natural que estemos preocupados por él, o que el amor es sacrificio, o cuando hablamos del dolor del desamor, es del apego de lo que estamos hablando realmente.
Y el miedo y el dolor por la pérdida viene también de ese apego, porque realmente el amor surge de nosotros y nunca se puede llegar a perder.
Por eso, si sientes que una relación te hace sufrir, ten claro que no es el amor, sino el apego, lo que más domina en ella. En el amor simplemente aceptas, con serenidad, aquello que es.
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