Vamos sintiendo la fuerza del cambio en muchos de nosotros y a nuestro alrededor.
Resulta curioso constatar como muchas personas que se mueven junto a esas personas que cambian tienden a negar ese cambio.
Es una forma de resistencia en la que parecen jugar a que nada ha pasado y tienden a tratar a la persona en ese proceso como la trataban antes de su cambio. Y se sorprenden de que no responda de la misma manera a como lo hacía antes de su cambio.
Y es la misma resistencia que encontramos en nuestra sociedad y en la realidad oficial que se nos cuenta, siguen funcionando como si nada estuviera pasando.
Y muchas veces se insiste en los medios de comunicación en acentuar lo mal que está todo, curiosamente no tanto para mostrar la necesidad del cambio, como para intentar demostrarnos su inutilidad.
Pero la realidad es que muchos somos ya ese cambio, más o menos visibles, pero estamos ahí y desde la convicción de que el cambio para todos es ya un proceso irreversible.
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