martes, 3 de enero de 2017

TRANSFORMA TUS CREENCIAS


Hay quien quiere comer tortilla sin tener que romper el huevo. Hay quien quiere un mundo mejor sin transformar sus creencias. 

Son nuestras creencias colectivas las que han hecho de este mundo lo que es. Y las creencias colectivas se cambian a partir del cambio de nuestras creencias individuales. Somos nosotros los que aportamos cambio o más de lo mismo.

Y una de esas creencias, que hacen de este mundo lo que es, es la creencia de que aquellas personas que considero "los míos" tengan más valor que aquellos que considero ajenos.

Establecemos una categorización que hace que estemos dispuestos a ir contra otros para bien de aquellos que consideramos propios y con los que establecemos relaciones de apego.

Y esto es aplicable al clan, a la patria, al grupo religioso o político al que pertenezcamos o a cualquier otro grupo.

Es un sentido de pertenencia muy limitado que impide que nos relacionemos desde un amor y un respeto más profundo que se expanda a todo y a todos, y con una idea en la que la unión con los míos conlleva una separación y diferenciación con los otros.

El amor no se enfoca, se desprende y expande como un aroma.

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