sábado, 16 de septiembre de 2017

OBSERVAR LAS EMOCIONES.


En nosotros aparecen frecuentemente emociones como el miedo, el enfado o la tristeza que nos permiten asimilar aspectos de la realidad que nos rodea que no nos gustan o a los cuales nos resistimos.

Es importante ver de qué me hablan esas emociones, cuál es el problema o la falsa creencia que hay detrás en mi vida que tengo que abordar o aceptar.

También puede ser que no se trate de algo de nuestro presente, que sea simplemente una emocion atrapada que por fin sale a la superficie para ser liberada.

En ambos casos, recomiendo observar la emoción, permitirnos sentirla sin alimentarla con la mente; sabiendo que nuestros pensamientos ahí pueden estar muy influidos por la baja frecuencia de la propia emoción.

Permitirnos, sin más, esa emoción pero sin dejarnos arrastrar por ella, desde la calma del que es capaz de contemplar serenamente y desapegadamente lo que está sucediendo.

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