Hay algunas relaciones con un funcionamiento muy tóxico en la que el sufrimiento que se causa al otro es permanente.
Es una situación en la que cada parte vive encerrada en su propio dolor y es incapaz de ver el dolor del otro, al que acusa de su propia infelicidad.
Y como siente al otro como causante de sus males, se siente en la necesidad de castigarlo mediante palabras o acciones que le hagan sufrir más.
Es la batalla de dos niños internos y asustados que sienten una enorme falta de amor. Y la respuesta que se da sigue siendo negar el amor.
No te centres tanto en ver permanentemente el dolor que te causan, si te lo causan eres mayor y responsable para alejarte de esa relación, sino que procura céntrate en ver tu propia falta de amor en tu relación con el otro.
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