Lo normal es sentirse bien, y cuando nos encontramos mal física, emocional o psicológicamente es una señal de que hay algo que hemos de ver o corregir.
Esto es esencial tenerlo claro en el proceso de evolución, porque ese malestar suele ser, en muchas ocasiones, una llamada de nuestro inconsciente para sanar y sacar algo al consciente.
Y muchas veces, si estás metido en ese trabajo personal, las llamadas se suceden, corriges algo y en seguida aparece otro malestar para enseñarte otra cosa a sanar.
Es como un ir soltando capas de cebolla hasta llegar al corazón, a nuestra esencia. Y si nuestra entrega es sincera, el inconsciente presiona para evolucionar más rápido.
Por eso es importante que todas esas llamadas se vivan desde la serenidad del caminante que va paso a paso, firme en su camino, y con la mirada despierta a todo cuanto pasa.
Esto es esencial tenerlo claro en el proceso de evolución, porque ese malestar suele ser, en muchas ocasiones, una llamada de nuestro inconsciente para sanar y sacar algo al consciente.
Y muchas veces, si estás metido en ese trabajo personal, las llamadas se suceden, corriges algo y en seguida aparece otro malestar para enseñarte otra cosa a sanar.
Es como un ir soltando capas de cebolla hasta llegar al corazón, a nuestra esencia. Y si nuestra entrega es sincera, el inconsciente presiona para evolucionar más rápido.
Por eso es importante que todas esas llamadas se vivan desde la serenidad del caminante que va paso a paso, firme en su camino, y con la mirada despierta a todo cuanto pasa.
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