¿Eres capaz de ver la luz en el otro? ¿Reconoces lo que hay en él de positivo, o por el contrario tiendes a centrarte en sus defectos?
Todos nosotros somos un conjunto de virtudes y defectos y es importante ver al otro en toda su dimensión.
En mi caso, siempre siento y percibo que las sombras son errores a corregir, bloqueos o una falta de claridad en la visión de las cosas que puede ser trabajada desde la consciencia.
Para mí lo real es la luz que nos mueve y que nos lleva a ir mejorando en nuestra vida, lo otro no son más que las fantasías individuales que creamos para sobrevivir.
Cuando juzgamos con ira al otro, o cuando tendemos a sentir lástima por él, damos más importancia a sus sombras que a su luz, tendemos a debiltarlo aún más.
Y esto cuando, precisamente, en la mayoría de los casos el problema del otro suele ser su incapacidad para ver su propia luz.
Es por eso que el mayor regalo que le podemos hacer es ayudarle a verla viéndola nosotros. Y es así como nos convertimos en el amoroso espejo de esa luz que él emite.
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