La voluntad de sinceridad es indispensable en los procesos de sanación y evolución y, por tanto, también lo es en nuestras relaciones.
Hablo de voluntad de sinceridad porque es a lo único que podemos llegar de una forma realista. La mente funciona, en buena medida, mediante procesos de autoengaños sostenidos, y por tanto hay que ir deshaciéndolos progresivamente.
Es un ir retirando aquello que vamos descubriendo como falso, en un proceso que ha de ser constante, momento a momento.
Se requiere un compromiso muy profundo con el proceso de autodescubrimiento, en el que tenemos que estar dispuestos a revisar y desmantelar si fuese necesario, creencias que nos han sostenido durante años.
Es mediante ese ejercicio constante como podemos llegar a tener unas relaciones sanas con los demás, dejando, por fin, de usarlos como piezas de nuestras fantasías.
Hablo de voluntad de sinceridad porque es a lo único que podemos llegar de una forma realista. La mente funciona, en buena medida, mediante procesos de autoengaños sostenidos, y por tanto hay que ir deshaciéndolos progresivamente.
Es un ir retirando aquello que vamos descubriendo como falso, en un proceso que ha de ser constante, momento a momento.
Se requiere un compromiso muy profundo con el proceso de autodescubrimiento, en el que tenemos que estar dispuestos a revisar y desmantelar si fuese necesario, creencias que nos han sostenido durante años.
Es mediante ese ejercicio constante como podemos llegar a tener unas relaciones sanas con los demás, dejando, por fin, de usarlos como piezas de nuestras fantasías.
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