Venimos de un paradigma educativo que era muy claro: "labrarse un porvenir con esfuerzo". Un paradigma que hacia de la educación un campo para crear personas que encajaran sumisamente en el modelo social existente.
Pero ese paradigma se ha venido abajo ante un mercado laboral deslavazado que no da muchas opciones para labrarse nada, y que sólo permite ir viviendo al día.
Suelo ser de los que ven la botella medio llena, y por tanto observo lo positivo de esta situación y que no es otra cosa sino que es una situación que nos permite vivir más centrados en el aquí y el ahora, que es lo único real.
Pero está claro que la educación en este momento va un poco sin rumbo definido, ya no se considera válido el paradigma anterior y no acaba de aparecer otro que lo sustituya.
De lo que se trataría es de comprender que el nuevo paradigma tiene que ir, precisamente, en la dirección de formar a personas maduras y responsables de sí mismos, y con capacidad y flexibilidad para abordar, adecuadamente y sin miedos, todo lo que ese presente les vaya trayendo.
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