Hay expresiones como "tengo que" o "debería..." que son bastante frecuentes en nuestra vida pero que nos condicionan negativamente.
Por un lado nos suponen un planteamiento de obligatoriedad, de necesidad hacia nosotros mismos que ya es agobiante.
Y por otro lado, nos hace pensar que lo que es, es insuficiente, y que "debería" ser de otra manera, lo que genera en nosotros una sensación de insatisfacción.
Y es que el "tener que" no nos refleja la realidad de lo que es, sino de aquello que yo considero, por mis creencias, mi educación y demás, que debería ser.
Es querer encajar la realidad, incluida mi propia realidad: "yo debería...ser, debería hacer..." en conceptos mentales predeterminados, en un ideal mental.
Es importante responsabilizarnos y decidir qué opción tomamos, pero siempre desde una postura más relajada, viendo la opción como algo que, simplemente, nos resulta preferible en ese momento y en esas circunstancias, y sabiendo que no estamos nunca en la certeza absoluta.
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