Entendemos como milagro aquello que nos parece sobrenatural, extraordinario y fuera de toda lógica.
Y no nos damos cuenta de que nosotros somos los que decidimos mentalmente qué es lo normal, lo ordinario o lo lógico. Somos nosotros quienes marcamos los límites de nuestra realidad.
Todo lo que podamos vivir en nuestra vida entra dentro de lo realmente posible y dentro de lo que es, y podríamos vivirlo como lo más normal del mundo si aprendiéramos a tener una visión más amplia.
Veríamos así que lo normal sería que los milagros formaran parte de nuestra vida, y que lo realmente lógico es que sucedan cosas que nos sorprendan y admiren cada día.
Hay que ensanchar siempre con nuestra mirada los límites de lo posible, volar como el aguila y ver, desde lo alto, el infinito océano de mundos posibles en el que constantemente nos movemos.
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