Sólo la coherencia nos permite realmente estar relajados. La incoherencia nos mantiene en la tensión de tener que seguir alimentando nuestra mentira.
La coherencia entre lo que nuestra mente piensa y nuestro corazón siente, entre nuestras palabras y nuestros actos.
La coherencia es la que nos permite transmitir sin palabras, porque hace posible que la emanación de lo que somos funcione de forma natural.
Y a la vez, es la coherencia la que da vida a nuestras palabras, la que hace que lo que decimos pueda llegar al otro como verdadero y tocar así su corazón.
Porque estar en coherencia es, también, estar conectados con nuestro centro y haber trascendido ya la necesidad de seguir sosteniendo nuestras fantasias compensatorias.
La coherencia entre lo que nuestra mente piensa y nuestro corazón siente, entre nuestras palabras y nuestros actos.
La coherencia es la que nos permite transmitir sin palabras, porque hace posible que la emanación de lo que somos funcione de forma natural.
Y a la vez, es la coherencia la que da vida a nuestras palabras, la que hace que lo que decimos pueda llegar al otro como verdadero y tocar así su corazón.
Porque estar en coherencia es, también, estar conectados con nuestro centro y haber trascendido ya la necesidad de seguir sosteniendo nuestras fantasias compensatorias.
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