Cuando uno está en su centro, el escenario que te acompaña importa menos y te muestras abierto a aprender en cualquier sitio.
El estar centrado supone que uno está siempre en su aquí y en su ahora, presente en aquello que le toca vivir.
Y uno se hace más consciente de que uno está permanentemente en casa, esté donde esté y esté con quien esté.
Es entonces cuando uno vive con la sencillez de un pájaro, sabiendo que en la vida lo único que tenemos que hacer es ser en nuestra presencia, y que con eso podemos transformarlo todo.
Que mientras más sutiles somos en nuestra labor hacia el exterior, más profundos son los efectos que causan, porque uno es ya cocreador con el Universo.
El estar centrado supone que uno está siempre en su aquí y en su ahora, presente en aquello que le toca vivir.
Y uno se hace más consciente de que uno está permanentemente en casa, esté donde esté y esté con quien esté.
Es entonces cuando uno vive con la sencillez de un pájaro, sabiendo que en la vida lo único que tenemos que hacer es ser en nuestra presencia, y que con eso podemos transformarlo todo.
Que mientras más sutiles somos en nuestra labor hacia el exterior, más profundos son los efectos que causan, porque uno es ya cocreador con el Universo.
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