Todo cambio o evolución en nuestra forma de ser implica un cambio profundo en nuestra forma de relacionarnos y en las relaciones que tenemos.
Es una de las razones por las que, muchas veces, otros se resisten a que cambiemos y también una de las razones por las que nos da miedo cambiar.
Cuando cambiamos, cambian nuestros intereses o gusto, y aquello que nos unía a determinadas personas.
Por eso el apego es un obstáculo muy grande para la evolución, porque ell apego se mueve siempre en el terreno de lo conocido, es un aferrarse desde el miedo a perder.
Para la evolución, el amor es lo esencial, porque el amor nos permite relacionarnos desde la confianza y la libertad de ir creciendo y abriéndonos a todo lo que podemos llegar a ser.
En nuestro proceso de evolución, son los apegos y el miedo lo que queda atrás y es el amor lo que siempre permanece.
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