Es importante la coherencia en nuestra forma de pensar y de ver la vida.
Es cierto que a medida que vamos evolucionando vamos viendo la vida de una forma diferente y que eso implica cambios en nuestra forma de pensar. Esa flexibilidad forma parte de nuestra salud mental y es la que nos permite ir creciendo.
Pero eso es muy distinto a la forma caótica de pensar en la que uno a veces va en una dirección y otras veces en la contraria, viendo además eso como normal. Unas veces en una forma abierta y nueva que mira al futuro y otras mirando al pasado.
Eso conduce en esas personas a un relativismo que no les lleva a ningún lado y suelen acabar aferrándose de nuevo a sus ideas primarias, a sus viejos programas, más que nada para no marearse en esa noria incoherente.
Hay que ver de dónde nos viene la incoherencia y sanarla. Ver lo que aún no se ha trascendido. Porque se trata de no reforzar el caos a nuestro alrededor sino de aportar un poco de claridad al conjunto con nuestra propia coherencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario