LA INTIMIDAD CON NOSOTROS MISMOS.

Lo importante es lo que sentimos cuando estamos con nosotros mismos, en nuestra propia intimidad.

A veces pienso que vivimos en un mundo en el cual, a través de las nuevas tecnologías, tenemos la necesidad de mostrar a todos como nos sentimos, mostrar o convencerles de nuestra felicidad o mostrar también nuestra indignación.

Eso tiene sus ventajas, puede que sea porque, de repente, tenemos menos miedo de mostrar nuestra intimidad, menos necesidad de ocultar cosas.

Pero también puede ser, precisamente, una forma de evadirnos de esa intimidad real, como una forma de convencernos, a través de convencer a los demás, de que todo va bien sin profundizar demasiado.

Uno nunca ha de olvidarse de tener un espacio de encuentro con uno mismo a solas, en la intimidad del propio corazón, y en esa intimidad ver como nos encontramos realmente.