En la evolución consciente es capital el ir integrando en nuestra consciencia todos los aspectos que podamos de la realidad.
Eso supone un vivir despiertos a lo que vivimos y a todo lo que sucede a nuestro alrededor. Y no sólo a lo superficial, sino también hacernos conscientes de movimientos más internos.
Es también ir sacando de nuestro inconsciente aquello que teníamos atrapado porque, cuando lo vivimos, no fuimos capaces de integrarlo, desde la confianza en que ahora sí podemos hacerlo.
Es aprender a ver la realidad desde una perspectiva más profunda y comprensiva. No limitarnos a ser sujetos pasivos de la realidad sino conscientes del poder de la comprensión y de cómo ese poder modifica esa misma realidad.
Evolucionar no es más que ver mejor lo que realmente Es, lo que realmente Soy. Es ir limpiando los cristales de las gafas con las que miramos el mundo y también a nosotros mismos.
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