Muchos hijos son ya fruto del futuro y vienen para traer el mundo que viene.
Y, también en muchos casos, se encuentran con padres encerrados en sus propios límites que transmiten a esos hijos su visión limitada y corta de la vida, padres que, de una u otra forma cortan sus alas.
Es importante saber que la vida va hacia adelante, que, en muchos aspectos, nuestros hijos están mas preparados que nosotros para ese mundo que viene y que, al darnos cuenta, les podemos permitir que nos orienten en algunos puntos.
Hemos de saber que el trabajo de evolución que el adulto hace, le permite al hijo más campo de evolución, que cada uno de los problemas nuestros que resolvamos será algo que ellos ya no tendrán que resolver.
Nuestros hijos no necesitan padres que se sacrifiquen por ellos que se nieguen a sí mismos, sino padres autorrealizados y liberados que les permitan a su vez vivir con un campo mayor de libertad para poder crecer y realizarse también.
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