Nuestras emociones no vienen de aquello que nos pasa sino de la lectura que nosotros hacemos de ello.
Y es que las emociones, al contrario de lo que suele pensarse, no nos hablan de la realidad externa sino de nuestra realidad interna. Y por ello hemos de saber interpretar esas emociones que tenemos ante lo que sucede.
Es por eso que las emociones son una buen camino para nuestro autoconocimiento y para ver lo que nos desequilibra, viendo que tipo de pensamientos se esconden tras la emoción.
Mientras más equilibrada y madura sea nuestra forma de ver e interpretar la realidad, más equilibrio emocional tendremos. Por eso suele hablarse de equilibrio psicoemocional.
Hemos vivido en un mundo que se ha construido, en parte, a través de la represión emocional, pero eso es algo que está cambiando, y así y poco a poco, vamos comprendiendo la importancia trascendental del mundo emocional en nuestra vida.
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