La vida es como una obra de teatro en la que a cada uno interpreta el papel que tiene que interpretar. Es el gran teatro del mundo.
Hay papeles más agradecidos que otros, más lucidos. Algunos papeles son realmente duros y difíciles.
A veces nos metemos tanto en el papel que perdemos perspectiva y nos olvidamos que es sólo un personaje, y que los demás también lo son.
Cada uno interpreta el papel como sabe y como puede. Y es muy difícil juzgar la interpretación del otro porque desconocemos los entresijos de su papel.
Es importante que conectemos con lo que somos más allá del papel que interpretamos, porque, antes o después, bajará el telón y dejaremos nuestros trajes en el camerino.
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