miércoles, 12 de diciembre de 2018

EL AMOR NO BUSCA NADA



Muchas veces creemos que algo es amor cuando no es sino ganas de obtener algo de otro. El amor ni busca ni exige nada.

Cuando arrastramos miedos y carencias de la infancia intentamos obtener eso que sentimos que nos falta de las personas cercanas y "diciéndoles", además, que les queremos mucho.

Esto es especialmente duro en el caso de los padres que intentan obtener cariño o cuidados de sus hijos, que sienten que sus hijos están para servir a sus necesidades y que eso es, realmente, querer a los padres.

Y es duro porque lo hacen desde la más tierna infancia de esos hijos, provocando en ellos la sensación de carencia que luego intentarán, a su vez, llenar con sus propios hijos en una dolorosa cadena sin fin.

Es importante saber responsabilizarnos de nuestras heridas y sanar nuestro pasado para liberar así a nuestros hijos y que estos sean receptores naturales de nuestro amor más incondicional y desinteresado.

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