sábado, 1 de diciembre de 2018

NEGAR AMOR.



A veces nos negamos a darle amor a alguien porque pensamos que no se lo merece y que lo que merece es el castigo o la indiferencia. No entendemos que al hacer eso bloqueamos nuestra capacidad innata de amar.

Hemos vivido en una cultura que asocia el amor al merecimiento y que por tanto nos lleva a juzgar a las personas como merecedoras o no de recibir amor.

Es algo tremendamente absurdo porque los seres humanos necesitamos ser amados y, sobre todo, necesitamos amar.

Y es por esa necesidad que se ha usado el amor para chantajear emocionalmente a los demás a fin de que nos den lo que queremos obtener de ellos: "si me lo das te quiero". Y se ha usado esa necesidad también para obtener la sumisión, "si eres un hijo obediente serás querido".

Es ya el momento de dar amor sin medida ni cálculo, como auténticos surtidores puros de amor, sin limitación ni juicios. Un amor libre y sin condiciones.

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